Mientras escribo
La persona responsable de las mayores pesadillas y de los sustos más macabros que se hayan leído en las últimas cuatro décadas con una sencillez y generosidad inesperada muestra lo que es el poder de la escritura y, sobre todo, el de la lectura. Personal y sentida es la prosa de este diario, manual o como quieran llamarlo en el que King más que dar consejo alienta a transitar la felicidad que dan leer y escribir. Imprescindible.