El Árbol de los soles
Difícil de conseguir en Argentina, me lo acercó mi amigo Alberto Cohen, en una edición española. Siempre le estaré agradecido. Después de leerlo, no paré de contar esas historias. De pronto se crearon puentes entre mundos antes imposibles para mí, un diluvio en Melanesia escuchado por jóvenes en el Bajo Flores, cuentos de miles de años de antigüedad en tiempo presente, vivos.