En su provocación, Diana Wang nos comparte su preocupación por la exclusión social que genera la cultura de la cancelación y nos invita a regresar a la idea de la justicia transformadora para darle la posibilidad a la persona que dijo o hizo algo impropio, de reconocer, aprender y modificar y así, al mismo tiempo, instalarlo en la sociedad y alcanzar un cambio colectivo.